¿Acaba con la relación el nacimiento de un hijo?


Cuando me quedé embarazada una de las cosas que le dije a mi pareja fue “Espero que cuando nazca la niña no me dejes de lado y te olvides de mí” que ignorante era. Y es que siempre pensé que cuando llega un hijo la relación de los padres queda en un segundo plano, el bebé pasaría a ser lo primero y se descuidaría la relación. Eso me creaba miedo y angustia a la misma vez, yo misma me decía que eso no tenía que pasar, pero todas las personas que se dirigían a mí era para asegurarse de decirme que la relación familiar se vería resentida, que ya nunca iba a ser lo mismo.

Nosotros llevábamos 4 años juntos, con nuestras cosas buenas y malas pero siempre queriéndonos mucho y respetándonos. En ningún momento habíamos antepuesto nada a nuestra relación y un hijo, que era lo que más queríamos ambos no pensábamos que fuese a ser lo que nos desuniría.

Es obvio que cuando nace un bebé la atención prácticamente completa se la lleva, pero no porque se quiera más, menos o igual sino porque ese ser dependiente nos necesita para todo, depende de nosotros, de nuestro cariño, nuestra atención y nuestra crianza.

Y es que lo que te cuentan es mucho peor que lo que luego tienes que vivir. He aprendido que en estos temas nunca debemos dejarnos influenciar ya que cada pareja es un mundo y las circunstancias nunca son las mismas.

Cuando nació mi hija, todos los temores, miedos, preocupaciones con respecto a nuestra relación quedaron en un segundo plano, no teníamos ojos para otra cosa que no fuese ella. Tan pequeña, tan indefensa, necesitaba de nuestro amor y nuestra atención y el amor que sentimos al verla no se podía equiparar a nada. Éramos tremendamente felices, teníamos con nosotros nuestro tesoro más preciado, el motivo por el que a partir de ahora tendríamos que luchar, pero no sabíamos nada sobre crianza, sobre pa/maternidad, no sabíamos nada sobre este tema, pero lo íbamos hacer lo mejor posible.

Pero no todo iba a ser tan bonito que la pequeña glotona comiera cada 2 -3 horas y se despertara bien pronto hacía que el cansancio se notara malhumorando mi carácter, esto hacía que a veces no tuviese ganas ni de mirarme y lo pagara con la persona que más quería.

Nosotros por aquel entonces no vivíamos juntos, pero sí que los fines de semana lo pasábamos enteros juntos y ahí las noches me ayudaba para que no lo hiciera todo sola. No os voy a engañar y el cansancio ha desembocado en más de una discusión tonta, y sobre todo por lo que más hemos discutido era por mi sobre protección con la niña. Él quería ayudarme en todo y yo para todo veía una queja, o que lo podía hacer mal, me daba tanto miedo que a la niña le fuese a pasar algo que no me daba cuenta que él al igual que yo quería aprender y ayudarme. Sé que en esos momentos pude ser lo más pesada del mundo, y aunque he cambiado mucho porque entendía que tenía que hacerlo ,de vez en cuando me sale la vena protectora, no lo puedo remediar.

Pero a pesar de todo, nuestra relación se ha visto más fortalecida. Gracias a que nació nuestra hija nuestra vida cambió, empezamos nuestra vida en común, siendo una familia. Él es lo más atento que hay, sus incansables besos a todas horas y la de veces que me dice al día que me quiere me hace sentirme más fuerte de lo que yo creía. Su atención con la niña es impecable, siempre está ahí, su cara de felicidad cuando llega de trabajar y nos ve a las 2 esperándolo no se puede comparar con nada. Él sabe que yo me paso el día con la pequeña, porque él es el que trabaja y yo estoy en casa, sabe el trabajo que eso conlleva y eso hace que esté aún más atento si cabe.

Por eso, he aprendido que no hay que hacer caso a lo que te digan. La gente cuando ven que vas a vivir algo que ellos han vivido se encargan de contarte solo la parte mala, o por lo menos la que ellos han vivido mala, pocos son los que te dan una palabra de aliento. 

Por suerte, o por desgracia, cada pareja es un mundo y no estoy diciendo que a todos los que estáis embarazados esto os una más, habrá a los que no. Yo os cuento mi experiencia, como la viví y la sentí. Tuve la suerte de tener a mi lado a un hombre, un padre que no se le puede sacar pero. Ha estado a la altura en todo momento y que a pesar de que ahora tiene que dividirse entre 2, nos cuida y nos ama por encima de todo.



Comentarios

  1. Un post genial! Por eso, lo he incluído entre mis favoritos de esta semana! http://www.casiprimerizos.com/2017/09/mis-posts-favoritos-del-11-al-17-de.html

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  2. Pienso igual que tú, cada relación es un mundo y, sobre todo, no hay que hacer caso a las opiniones de los demás. En mi caso, al no haber papá, todo me lo como yo para bien o para mal. En el caso de las que tenéis pareja, por un motivo u otro, siempre acaba siendo la madre la que "pringa" más y más aún en el caso de haber lactancia materna que, lógicamente, el papá no puede darle el pecho! Es intentar buscar el equilibrio y creo que cada pareja hace lo que puede y se complementa como ellos ven necesario.

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  3. Yo sé que es criar a un hijo sola porque mi madre me crió a mi sola porque mi padre murió cuando yo era bien pequeña, eso sí no es lo mismo que lo tuyo. De todos modos, me parece muy muy valiente la decisión que tuviste de tener a tu hijo sola, yo porque he tenido la suerte de encontrar a la persona idónea pero seguramente si no la hubiese encontrado hubiese tomado tu misma decisión. Un besazo enorme y gracias mil por comentarme y leerme. Eres una tía alucinante!! Un abrazo

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