Superar la muerte de un padre siendo pequeño || Mi experiencia


Hoy os vengo a contar un tema muy personal y duro a la vez. En alguna ocasión he contado que mi padre falleció cuando yo era pequeña, tenía solo 8 años, y desde dentro os voy a transmitir lo que un niño con esa edad siente cuando su vida cambia tan radicalmente con un suceso tan grave. 

Recuerdo que era un sábado de julio del 1998 cuando nos vestimos y nos arreglamos para irnos a pasar la noche a la feria del pueblo de al lado. Yo era una niña, no me enteraba de nada, así que disfruté como una enana, nunca mejor dicho. Pasamos una noche agradable pero lo que no sabíamos que a partir de esa noche nuestra vida iba a cambiar. 



Los domingos eran los días de desplazarnos a Cádiz, allí vivían mis abuelos maternos, así que los domingos eran los días de reunión,por lo que, como cada domingo nos levantamos temprano para emprender nuestro camino. Ese domingo no iba a ser como los otros, había algo raro, pero yo aún no lo sabía. Llegamos a casa de mis abuelos y me acuerdo perfectamente como mis padres hablaban de que tenía un bulto en el cuello, un bulto que había salido de buenas a primeras, y mi madre sin dudarlo dijo que iban directamente para el hospital, mientras me dejaban a mí con la familia. 

De ese día ya no recuerdo nada, lo único que mis padres no volvieron, tuvieron que ingresar a mi padre y yo no entendía nada. Aunque tenía 8 años, y podéis pensar que tenía edad de saber las cosas, todavía era una niña inocente, que no sabía de enfermedades, de peligros, yo solo sabía que mi padre se había puesto malo y que mis padres no estaban conmigo.

Después de hacerles pruebas la peor de las noticias llegó. El bulto era provocado por un cáncer de pulmón en estado avanzado. Cabe destacar que hacía 5 años, ya había superado un cáncer de garganta, ese fue el primero, le recomendaron que tenía que dejar de fumar si quería vivir y como él no quería otra cosa que no fuese seguir en este mundo puso todo de su parte y dejó el tabaco. No se sabe si no lo hubiese dejado que hubiese pasado, pero a los 5 años la historia se volvería a repetir, pero esta vez no tenía un final feliz. 

De esos meses ya no recuerdo mucho, sé que yo estaba entre casa de mi abuela por un lado y de otro, mis tías y con mis primos. Hubo una temporada que mi padre salió del hospital y el recuerdo que tengo es tan duro, que quizás mi mente ha querido olvidar mucho de esos momentos para no hacer daño. Estaba muy delgado, su color de piel era pálida y mi madre teniá que ayudarle en todo, no tenía fuerzas ni para bañarse solo. 

Mi madre se llevó con él los 3 meses de hospital, porque sí, el cáncer que vino a por él vino para llevárselo y en 3 meses toda mi vida había cambiado. El cáncer de pulmón había pasado a ser una metástasi por todo el cuerpo y ahí no había solución ninguna. 

El 16 de Septiembre del 1998, ya no pudo luchar más y descansó de madrugada. Obviamente yo eso no lo sabía, solo sé que yo ese día no fui al colegio y yo no sabía porqué, me había quedado con una vecina que a la vez era la tía de mi primo, por lo que mi primo, yo y el hijo de mi vecina nos quedamos sin ir al colegio, era todo un acontecimiento. Por la noche, el marido de ésta se iba y yo pregunté y me dijo que iba a la feria, me sorprendió ver que él se iba y que todos nos quedábamos en casa pero no iba a la feria, iba al velatorio de mi padre. Por la tarde del día siguiente vinieron las hermanas de mi padre, lo recuerdo como si fuese ayer y recuerdo que me sentaron en una cama y me contaron de forma lo más suave posible lo que había pasado, no hay que olvidar que yo era una niña. 

Yo ya de ésto no me acuerdo, pero dicen que lo primero que pregunté era por mi madre, que si mi madre al igual que mi padre se había ido al cielo y no iba a volver más. Llevaba mucho tiempo sin estar con ellos, para mí que los dos no estuvieran era duro, pero si se le suma que me cuentan que mi padre había ido al cielo yo quería saber donde estaba mi madre. Mi madre me recuerda que una de las preguntas que yo hice era que si ella ya no me quería y no quería estar conmigo. Eso a día de hoy me parte el alma, a mí y a ella. Pero al día siguiente ya estaba mi madre conmigo, mi madre era una mujer no gorda pero si rellenita, muy guapa, muy pintada, con su pelo rizado negro siempre suelto y arreglado y cuando la ví me quedé asombrada, me eché a sus brazos como si no hubiese un mañana. Estaba muy delgada, venía vestida de negro, sin pintar, con el pelo recogido y estaba llorando, esa imagen la tengo grabada en mi retina y es imposible quitarla, se me iba la vida al ver a mi madre así.

Los días, semanas iban pasando y como es normal, mi madre seguía muy triste, tenía 32 años y se había quedado con una niña en el mundo solas. A partir de aquí, si que os digo que yo no recuerdo a penas nada, tengo muchas lagunas, y por lo que me dijo ya de mayor un psicólogo del colegio fue por una depresión que cogí. 

Yo siempre había sido una niña estudiosa, muy alegre, y por lo que me cuenta mi madre, dejé de estudiar, estaba triste y lloraba en el colegio. La directora, que me conocía desde que era muy pequeña me preguntó que me pasaba, y mi contestación fue que mi madre estaba triste y que lloraba mucho. Ahí la directora no se lo pensó dos veces y llamó a mi madre, había confianza, se conocían así que no había problema. Mi madre me cuenta como la directora le contó como estaba yo, lo que estaba pasando y lo que le había dicho, a mi madre se le partió el alma y desde entonces jamás volví a verla llorar. Lloraría sola, pero donde yo pudiera verla no, ella quería que yo estuviera bien, y a pesar de todo lo que había pasado, sacó lo mejor de ella para que yo estuviese lo mejor posible y lo consiguió.

Para un niño con un tema como con el que yo me encontré no es fácil. Lo mejor que hay que hacer es explicarle las cosas y sobre todo darle mucho cariño, el cariño que se te de es lo que va a conseguir que las cosas vayan a mejor. No os voy a mentir si os digo que aunque fuese pequeña yo llevaba esa pena por dentro y a partir de ahí empezaron a aflorar cosas en mí que o había sentido antes, como por ejemplo el miedo. Me daba miedo cualquier cosa, me llegué a obsesionar con que mi madre le pasara algo y me quedara sola, recuerdo un día que fue a tirar la basura y luego se quedó hablando con unas vecinas, cuando vi que no llegaba no no hice otra cosa que ir por todo el barrio llorando buscándola, me faltaba la vida si ella se iba. Luego le cogí pánico a las enfermedades, no tenía ni idea de que existía pero me volví hipocondríaca, cualquier cosa que otro tuviera yo pensaba que lo tenía, me pasaba el día mirando que no tuviera bultos por el cuerpo para que no me pasara nada, y aunque pueda parecer una tontería yo lo pasaba realmente mal. Solo a medida que pasaron los años fui cambiando, pero es aún hoy que han pasado ya casi 20 años de aquello y de vez en cuando me entra el miedo. 

La unión que esa situación provocó entre mi madre y yo no tiene descripción. Creo un lazo que seguramente en otras circunstancias no se hubiese creado. Mi madre siempre me dejó claro que ella era la madre, pero actuó como madre, como amiga, como confidente y siempre ha sido mis pies y mis manos, y sobre todo mi ejemplo a seguir, luchadora, trabajadora y nunca ha necesitado a nadie para sacarme adelante y eso se lo agradezco. 

Esta es mi experiencia, seguro que se me pasan muchísimas cosas, pero ya os digo que tengo muchas lagunas, pero si puedo ayudar a alguien con mi historia siempre es bueno, si hay alguien que necesite saber más o simplemente pedir consejos aquí estoy, yo viví de primera mano lo que es perder a un padre y puedo ayudar en la medida de lo posible. 

Comentarios

  1. Ay, no sé qué decir, primero que siento mucho que tuvieras que pasar por todo aquello pero me alegra que por una parte tengas esa relación tan especial con tu madre a pesar del dolor.

    UN abrazo enorme.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, a cada cosa mala le tenemos que buscar el lado bueno!! Y lo bueno de todo esto fue la unión con mi madre que gracias a ella yo crecí sin traumas y eso es muy importante.

      Un besazo preciosa.

      Eliminar
  2. Siento mucho que hayas tenido que pasar por esta situación. Mi padre también tuvo cáncer, por suerte lo superó hace años aunque he perdido a muchos familiares por ello y una no se recupera nunca. Si pienso en perder a mi padre me vuelvo loca. A mi edad. Así que no puedo imaginarme para una niña tan pequeña. Me alegro que tu madre y tú os uniérais tanto y fueseis un apoyo mutuo. Qué post más emotivo. Un abrazo enorme!

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias guapa! La verdad es que es una situación muy complicada, sobretodo cuando eres pequeña, no entiendes por que y ves a tu madre muy triste. Como me alegro qeu tu padre haya sido uno de los que haya ganado la batalla al maldito cáncer. Un abrazo enorme preciosa.

    ResponderEliminar
  4. Cuando mi padre falleció lo primero que pregunté fue: "Pero mi madre, ¿cómo está?". La historia es muy diferente a la tuya, yo no era una niña y la enfermedad fue larga y agotadora. ME cuesta la vida imaginar el trance por el que tuviste que pasar siendo tan pequeña. La tristeza es una emoción poderosa y fácilmente descontrolable. Me alegra que tuviérais un entorno tan receptivo y tantísimo apoyo. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias guapa. La verdad que fue una situación que a día de hoy sigo recordando con lagunas, creo que mi pequeña mente hizo que olvidara aquello que me hizo daño para avanzar. Yo siempre digo que el que muere es el que pierde pero los que se quedan aquí son lo que lo terminan pasando mal, y a mí ver a mi madre mal era lo que más me dolía, porque al ser pequeña todavía no eres muy consciente de lo que de verdad conlleva una muerte. Un besazo enorme.

      Eliminar
  5. Ay! No sé a quién se le ocurriría decidir que los niños no deben saber lo que pasa, pero es algo frecuente, espero que cada vez menos.
    Un besazo
    Saber

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que los padres en esas situaciones se deben sentir tan mal que no sabrán ni como actuar. Yo gracias a mi madre no me quedó ningún trauma y al fin y al cabo es lo que cuenat.
      Un besazo y gracias por comentar.

      Eliminar
  6. Uffff por tus palabras se nota que fue un golpe muy duro. Además, una impotencia por no saber qué sucedía. Eran otra época. Un beso muy gordo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí fue una época complicada, y aunque nos lo cuenten todo los niños al fin y al cabo intentan quedarse con lo que quieren, pero bueno todo pasó y gracias a mi madre nunca tuve ni un trauma. Un besazo

      Eliminar
  7. Siento mucho que tuvieses que pasar por todo eso. No es algo para lo que una niña de 8 años esté preparada y no me extraña que sacase miedos que estaban ocultos. Te mando un abrazo muy muy fuerte

    ResponderEliminar
  8. Muchas Gracias guapaa! La verdad es que sí son momentos muy duros, pero supongo que a la vez me enseño muchas cosas!! Un besazo enorme

    ResponderEliminar
  9. Una experiencia durísima, yo la he vivido hace 4 años y aún me parece mentira así que no me puedo imaginar pasarlo de tan pequeña. Un abrazo grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí que fue dura, siento mucho también lo tuyo, depende de las edades es peor o mejor. En tu situación tú eres mas consciente de todo lo que pasa, cuando eres pequeña no tanto y por ese lado es mejor,eso sí te crea desde pequeña una sensación de miedo inmensa. Un besazo

      Eliminar
  10. Hola Lidita, sin duda un golpe duro tanto para tí como para tu madre,ahora ya puedes comprender a tu madre, estoy segura que ese vinculo, esa conexión entre tu y ella se hizo poderosa a raíz de perder a tu padre, tú tan pequeña y tu madre tan joven, a veces la vida nos pone duras pruebas y esta en nosotros sacar lo más positivo de ellas, en mi punto de vista vuestra relación madre e hija se vio fortalecida.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras. Sin duda tienes razón, nuestra relación se vio fortalecida y éramos madre e hija pero sin duda éramos también amigas, confidentes, podía confiar en ella, se creo un vínculo inquebrantable, y no sabes lo que es eso. Tuve que sufrir una pérdida tan dura pero a cambio recibí eso tan importante. Un abrazo

      Eliminar
  11. Siento que pasaras por algo tan doloroso, pero que sacaras en positivo la relación con tu madre

    ResponderEliminar
  12. Aixxxx. Como siento que tuvierais que pasar por algo tan duro.
    Intento ponerme en tu piel y dios mio... no sé qué haría si uno de ellos me faltara. Sobre todo él. Tenemos una relación muy especial. Pero también re digo, de pequeña yo tenía un miedo atroz a perderlos y quedarme sola.
    Recuerdo cuando tenía 12 años, mi madre, en semana santa tuvo un aborto, perdió al bebé que esperaba, estando de 5meses, fue horrible. Justo dos días más tarde nos llamaron desde Paris, mi tio de 34 años había muerto de la noche a la mañana, le había dado una ambolia, creo que se escribe así. La cosa es que mis primas, de 9 y 7 años, se quedaron sin su papá y yo solo podía pensar en ellas y en cómo estarían, porque no llegaba a entender que alguien de la edad de mis padres se fuera así sin más.
    Tu madre es todo un ejemplo y me alegro que estéis unidas. Eso es muy bonito e importante.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que es un miedo que te crea que cuesta trabajo superar. Yo ha día de hoy sigo pdeciendo un dolor increible de solo pensar que le pueda pasar algo a mi madre, es algo que me supera y desde pequeña eso me ha traido muchos problemas, de ahí que yo no quiera que mi hija se hija única. Jamás nadie que no haya estado en mi papel va a poder ver las cosas como las veo yo. Gracias por comentar y por tus palabras. un besazo enorme

      Eliminar
  13. Es tan duro que es muy complicado decir algo que sume en vez de restar. Vivir una pérdida de este tipo siendo tan pequeña te deja marcada de por vida, quieras o no, no solo por lo que pasó sino tener que ver tu madre destrozada... Menos mal que ella lo gestionó lo mejor que pudo y de ahí ha salido una mujer maravillosa. Enhorabuena por ser como eres. ¡Un besote!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo más duro sin duda, dejando a parte la muerte, fue el ver como estaba mi madre, me creo un estado de miedo, ansiedad y obsesión que llegó a ser casi enfermizo, me daba tanto miedo quedarme sola, que por eso ha dia de hoy siempre digo que mi hija mientras yo pueda no será hija única para que si el dia de mañana nosotros faltemos no se vea sola. Gracias a tí por ser como eres, eres maravillosa y no sabes lo feliz que soy de haberte conocido. Un besazo

      Eliminar
  14. Uff, deja sin palabras. Me alegra que de todo esto sques la parte positiva, que es la unión con tu madre. Yo ahora mismo no sabría como gestionar esto, supongo que nadie piensa que te puede pasar.
    Muchos besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!! La verdad que es un duro palo pero creo que a medidas que vamos siendo mayor, mayor es el palo. Espero y deseo que pasen muchos años para encontrarte en esta situación. Un abrazo

      Eliminar
  15. Vaya, lo siento muchisimo. YO no tengo padres, pero es un caso distinto, nada que ver, así que no imagino lo que es perder a uno de los dos, con esa relación, lo que debe de doler.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Joder, pues sí son casos muy distintos. No sé yo cuales fueron tus circunstancias, pero yo sí que no me imagino haberme criado sin padres! Un besazo enorme

      Eliminar
  16. Hola Lidita, siento mucho que tuvieras que pasar por esa situación tan pequeña, es terrible. No sé qué decirte.. Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias guapa. Entiendo que no sepas que decir en estos casos, pero el abrazo lo dice todo. Un besazo

      Eliminar
  17. Ains qué experiencia tan dura y tan bien contada. Casi me quedo sin palabras, no se qué decirte porque creo que nadie mejor que tú sabe cómo de duro tuvo que ser todo, qué pequeña eras para vivir algo así, lo siento mucho de verdad. Me alegro mucho de que tengas tan buen apoyo en tu madre y que aún ahora sigas disfrutando de los mejores momentos con ella y ahora con tu peque.
    Por cierto, me alegro de haberos puesto cara por IG ☺️. Un beso gordo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí guapa fue duro y traumatico a partes iguales, aunque me costó más trabajo superar que mi madre no estuviese bien a la muerte en sí de mi padre, supongo que era el miedo que tenía a perderla a ella también. Como todo en la vida, hay dos partes, la buena y la mala, y la buena mía fue ganar en mi madre a una amiga, confidente y de todo. Muchas gracias por tu comentario, y a mí también me ha encantado ponerte cara en IG jiji. Un abrazo enorme

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares