LOS NIÑOS PELOTAS, LAS NIÑAS MUÑECAS


Desde el momento en el que conocemos el sexo del bebé ya empiezan las primeras compras relacionadas a éste. Si va a ser niño todas sus cositas azules y adornas su cuarto del color oportuno con juguetes que se supone que le va a tener que gustar. En el caso de que sea niña, los vestidos y el color rosa es el que va a predominar, desde el chupete, biberón, ropa hasta el color de las paredes. En parte es algo instintivo, que a todos los padres, o a la gran mayoría nos pasa.


Pero una vez nacen ya no solo hacemos diferencia en la ropa. Un ejemplo claro es cuando llega la época de Navidad. Los distintos comercios dedicados a la venta de juguetes mandan a casa los típicos folletos publicitarios donde reflejan todo los productos que tienen. Hasta ahí todo bien,el problema viene cuando ese folleto se divide por secciones, es decir, los coches, herramientas, los animales, aviones, etc, van en una zona con tonos azules y oscuros como colores predominantes y utilizan a un niño para anunciarlo. Por el contrario, las niñas están envueltas en páginas de color rosa, donde hay muñecas, cocinitas, taller de abalorios, barbies, carros de bebé, y claro siempre representado por una niña.

Todo esto a simple vista, si no te paras a analizarlo no tiene importancia, pero en realidad es un mensaje subliminal para aquellos niños que ven la revista. Ya le estamos diciendo que las cosas como coches aviones no son juegos de niñas, y a los niños que no pueden pedir a los Reyes un carrito de bebé o una cocina, porque es de niña.

 Y mi pregunta es ¿Por qué tenemos que decidir con qué deben jugar los niños independientemente del sexo que tengan? Es que me parece que vamos en retroceso, que no avanzamos, que si damos un paso hacia adelante retrocedemos 20 hacia atrás. 

Hoy día, tanto el padre como la madre están implicados en la crianza y en la educación de un hijo, por lo que fácilmente puedes ver a un padre paseando un carro de bebé, haciendo de comer, o vistiendo al bebé, mientras que la mamá puede estar arreglando una bombilla, conduciendo el coche, o colgando un cuadro en la pared, por ejemplo. Los niños aprenden lo que ven, se les enseña con el ejemplo y si en casa es normal que mamá utilice las herramientas y papá un carro de capota, porque yo a mi hijo le voy a prohibir que quiera un carro o una cocina y a mi hija un coche.
Me mata la frase esa de "Eso no cariño, eso es de niña, ¿Tú eres mariquita?" ¿En serio? ¿De verdad hace falta sexualizar a un niño y no dejarlo libre en la elección de sus gustos? Es que me parece alucinante, que juzguemos solo por los gustos en juguetes, cuando seguramente un niño no elija sus gustos por su gusto sexual, son demasiado pequeños para pensar en eso, o por lo menos no la gran mayoría.

Uno de los casos que más me llamo la atención fue cuando Adele (la cantante) paseó a su hijo por el parque de atracciones de Disney vestido de Anna de Frozen. La gente escandalizada porque una persona famosa dejaba que su hijo se vistiera de niña. De verdad, tenemos que abrir un poco más la mente. ¿Dónde pone que eso sea de niña y no lo pueda llevar un niño? Si a la criatura le gusta el disfraz de Anna, pues me parece perfecto que su madre se lo compre y lo lleve puesto sin avergonzarse, al contrario. Es hacerle un daño gratuito a un niño sólo por el que dirán, porque estamos en una sociedad retrograda y que como no nos andemos con pies de plomos nos destroza, y somos nosotros, los que tenemos ahora la labor de educar, enseñar desde la cuna que no hay distinción ni en gusto, ni en colores, que son libres de elegir todo en su vida. Supongo que así poco a poco iremos cambiando, aunque a todo esto le queda un largo recorrido. 

En mi caso, tengo una niña, tiene 16 meses, es pequeña aún y yo elijo la ropa que se pone, que tiene de todo, pantalones, vestidos, faldas. En cuanto a juguetes, mi hija tiene pelotas, muñecas, coches, carrito de la compra, Peppa pig por todos lados, etc y es que yo tengo muy claro una cosa, si mi hija quiere jugar con una pelota que juegue, que prefiere una barbie pues perfecto, que dice que no y quiere jugar con un coche tele-dirigido pues jugará. No seré yo la que prohíba a mi hija de jugar con lo que quiera o de ser quien quiera ser, yo soy su madre y me limitaré a cuidarla, darle todo lo que ella quiera, y sobretodo a evitar que sufra. Jugará y se vestirá con lo que ella quiera porque va a ser libre de elegir cual quiere que sea su vida. Tengo que reconocer que me ha salido un poco presumida, sólo quiere pintarse las uñas, los labios, y echarse crema, acompañado siempre de collares y pulseras, y es que aunque sea pequeña, esta pequeña bichillo sabe demasiado.

Así que por favor, dejémonos de complicarles la vida a los niños y dejemos que su imaginación vuele con lo que quieran, que jueguen con todo, que no haya distinción de sexo, que crezcan felices y ya cuando tengan edad que elijan que quieren ser en la vida. Dales la libertad de elegir y decidir.


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