Carnaval de Cádiz como forma de vida

Ya terminaron todas las fiestas Navideñas, y justo acabando el día de Reyes, entró en juego una de mis pasiones. La fiesta que lleva por bandera mi tierra, con la que crecí, con la que empecé a amar la música y con la que sobretodo aprendí a reírme hasta de mí misma.

El Carnaval de Cádiz es mucho más que una palabra, es mucho más que un sentimiento, es una manera de vida, es una visión de las cosas, es risas constantes y los llantos más amargos. Es un dar y recibir todo el tiempo, es entender la ironía, es saber separar las cosas, es criticar hasta el más poderoso de todos y cuidar y mimar al más vulnerable.

Se hacen las críticas más duras y se alaba cualquier situación del día a día. Te pintas dos coloretes y te vas a la calle a disfrutar, a sentir, a gritar, a reir, a vivir la vida a nuestro modo y sólo los que amamos esta tierra y el Carnaval somos capaces de entender todas sus vertientes. 

Crecí entre disfraces, entre pelucas, papelillos y serpentinas. Crecí entre chirigotas, cuartetos y comparsas. Crecí con los Lunes de coros  y los pitos de Carnaval. Crecí comiendo en la huella, y crecí viendo la final del falla en casa, hasta altas horas de la madrugada, entre amigos, entre familia, disfrutando de una misma pasión.

Noté como se me erizaba la piel con cada letra, olí cada sentimientos por sus calles, disfruté con los primeros premios de los pasacalles y viví pasando frío esas carrozas en la Avenida de la ciudad. 

Me emociona escuchar como se hacen pasodobles a mi Cádiz, a mi tierra, a la que me vio nacer, crecer, disfrutar, enamorarme. La que me abrazó en mis llantos más amargos y la que me dió lo mejor que tengo, mi familia. Me entristece ver como se la critica, como se nos tacha de vagos y de que solo queremos estar de "juerga", que equivocados estáis, pero ¿qué es de un pueblo si no supera las penas cantando y riendo?.

Nosotros vivimos nuestra fiesta como nos gusta, haciendo críticas pero también riendonos de nosotros mismos, y ver a los más pequeños de la casa  disfrutando como lo hacen eso no tiene precio, por eso aquí en Cádiz no empieza el año en Enero, el año empieza en Febrero.

Aprovecho y os dejo alguno de los pasodobles más bonitos y más sentidos que tienen relación con la maternidad. El Carnaval de Cádiz es mucho más que reirse de todos.